Merengue recorre las calles de Juarez en su camioneta de payaso.

Cuando el mal clima no le permite actuar, vende sus productos de fabricación propia en los tianguis de la ciudad.

Conocí a Merengue gracias a un cartel de madera hecho a mano que vi por primera vez después de hacer unas fotografías en una zona importante de maquilas a las afueras de Ciudad Juárez. Me sorprendió la presencia de ese cartel en este lugar. Y un payaso en Ciudad Juárez no deja de parecerme anacrónico.Al cruzar dos calles, otra vez el mismo cartel, también hecho a mano y de madera. Apunté el número y llamé por curiosidad, ¿quién es el Payasito Merengue y por qué viene hasta acá para poner sus carteles?

Payasito Merengue vive en una parte de Ciudad Juárez sin asfaltar, a unos metros del correccional de menores. Su casa es fácil de reconocer: tiene su troca, no precisamente discreta, estacionada delante de la puerta. Rodeados de discos y fotos de Payasito Merengue y perfumes de fabricación propia, le pregunto por qué se hizo payaso.

"Yo nací con los dones, pero era zafiro rústico y lo fui puliendo con el tiempo; porque también hay que estudiar arte dramático, dicción, oratoria".

Payasito Merengue ronda los 50 y nació en un rancho en Xalapa, Veracruz. Con 14 años quería ser comediante y decidió marcharse a Guadalajara, donde se casó, tuvo tres hijos y empezó a ejercer de payaso.

Lo que le llevó a Ciudad Juárez fue una admiración, una pasión por Juan Gabriel. Me contó haber ido al Noa Noa para coincidir con su héroe, esperar delante de la puerta desde las 6 de la tarde sin llegar a verlo o nada más de lejos. "Yo vine solito a Juárez y vine por Juan Gabriel", me explicó. "Después hice venir a mi familia pero mi mujer se volvió malandra, se metió en las drogas y se perdió".

Todos sus shows están grabados en 3 volúmenes que vende él mismo ( Tu adiós o venga tu soledadGracias Caridios por tanto amor, Tu inolvidable sonrisa – no, no es un error de ortografía -), y cada uno contiene entre 6 y 7 horas de chistes y grabaciones.

Cuando hay buen tiempo, Merengue hace cuatro shows semanales para niños y adultos, pero cuando hace frío, no hay presentaciones, así que vende en el tianguis los perfumes que fabrica. "Merengue es químico y cómico. Me robo las fórmulas y hago los perfumes".

Merengue trabaja sin reposo en un oficio que él eligió, fabrica los carteles, los cuelga, incansablemente se pasea por Ciudad Juárez subido a su camión, las luces y sirenas a todo volumen para anunciar su llegada.

"Yo quiero resaltar, yo quiero hacer algo. Yo no quiero ser un mexicano más. Yo quiero dejar legados donde yo esté. Yo nací para triunfar".

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